Cada día hay más servicios y aplicaciones gratuitas para nuestros dispositivos: para editar documentos, guardar fotografías, hacer copias de seguridad, almacenar música, conectar y compartir documentos con amigos… Un sinfín a los que se unen los tradicionales servicios de correo o las redes sociales, por lo que trabajar en la nube no nos resulta nada nuevo a todos como usuarios finales. Sin embargo, sí que hay que tener en cuenta que para hacer un uso correcto de estos mismos servicios debemos tener claro ciertos inconvenientes añadidos, porque poner tanta información personal en un lugar desconocido puede tener riesgos, sobre todo cuando no lo controlamos nosotros mismos.
Es evidente, por otra parte, que la nube también tiene muchas ventajas, ya sea de un servicio gratuito o de pago, puesto que por ejemplo permite que accedamos desde cualquier lugar a nuestra información, la herramienta siempre está actualizada, no tenemos que comprar soportes de almacenamiento, podemos compartir rápidamente nuestros archivos con quien queramos… Ante tanta flexibilidad, hay que tener en cuenta que si nuestra información personal queda en un lugar que no conocemos físicamente y sobre el que no tenemos ningún control, en cuanto haya un problema de seguridad esa información puede no volver a estar accesible o caer en las manos equivocadas.
Estos son otros inconvenientes:
- dejamos nuestros datos, en muchos casos nuestra ubicación, desplazamientos, etc., y no sabemos a ciencia cierta qué hacen o qué pueden hacer con ellos.
- no conocemos todo lo que hace el programa y el proveedor puede modificarlo sin previo aviso y sin nuestro consentimiento; tampoco sabemos qué harán en caso de que dejen de ofrecer el servicio.
- desconocemos las medidas de seguridad que aplican a los lugares donde tienen alojados los datos y el servicio, es decir, si no tienen suficientes medidas, nuestras cuentas pueden ser hackeadas y nuestros datos quedar desprotegidos.
- no sabemos si cumplen la legislación y por ello podemos perder acceso al servicio y a nuestros datos, como ocurrió con el famoso caso de Megaupload.
En Occentus somos constructores de nubes y, a pesar de que nos dedicamos a ello, te advertimos de los problemas que puedes encontrar en servicios cloud gratuitos. Si estás interesado en obtener las mismas prestaciones de la nube pero con tu propio nivel de seguridad, llámanos o escríbenos para que te comentemos nuestros servicios.
No obstante, si prefieres usar los servicios gratuitos de almacenamiento existentes, no dejes de seguir las siguientes recomendaciones como medidas de precaución para tener más seguros tus datos personales:
- cambiar las contraseñas con frecuencia para evitar que puedan ser hackeadas
- bloquear los dispositivos móviles en los que tenemos habilitado el acceso a estas aplicaciones y utilizar aplicaciones que permitan borrarlos o inhabilitarlos en caso de pérdida o robo
- no acceder desde ordenadores públicos ni utilizando redes WiFi públicas
- cifrar los archivos importantes antes de subirlos a la nube
- hacer copias de seguridad de los archivos en soportes externos
- y, ante todo, es muy importante que leas los términos y condiciones legales de estos servicios así como su política de privacidad para saber qué control tendremos sobre nuestra privacidad y nuestros datos personales y conocer qué es lo que pueden y lo que no pueden hacer con nuestros archivos, así como las garantías de seguridad o la jurisdicción a la que se atiene.
Como te hemos dicho, si quieres tener ‘bien atados’ todos estos aspectos de seguridad, no dejes de contactarnos. En Occentus ofrecemos servicios integrales con completa transparencia que permiten que configures a tu gusto tu propio servicio cloud. Estamos para atenderte.