Ahora en verano cuando mucha gente disfruta de las vacaciones y las fiestas populares, no se pueden parar los procesos de negocios ni ante el descanso de los trabajadores. Por eso, la nube se convierte una vez más en un estupendo aliado para conseguir que la tecnología y las herramientas cloud faciliten la desconexión de los trabajadores durante las vacaciones sin descuidar lo más mínimo las necesidades tecnológicas y de comunicaciones corporativas. Veamos ejemplos de cómo es posible.
Para empezar, y sin descuidar durante esta época del año los protocolos de seguridad, podemos acceder de forma remota a los servidores corporativos de forma indistinta tanto si nos encontramos a 10 kilómetros de la oficina como si estamos disfrutando en Tailandia de las ansiadas vacaciones. Uno de los grandes problemas de accesibilidad queda resuelto con los servicios cloud computing. Porque la nube garantiza la disponibilidad del servicio allí donde estemos, se trate de una web, una tienda online o una aplicación alojada en los data centers que dan lugar a las nubes.
Gracias a la ubicuidad de la nube, incluso se puede acceder en remoto a los datos que se necesiten sin comprometer la seguridad de la compañía. Siempre es recomendable seguir haciendo las copias de seguridad como el resto del año, sin descuidar en esta época de más relajación laboral el trabajo de todo el año. Ni que decir tiene que con la vigilancia remota de servicios de alertas que avisan a tu email ante cualquier problema seguirá todo funcionando 24×7, por lo que si tienes que parar un par de horas y realizar alguna intervención, no tengas miedo a teletrabajar, puesto que la nube permite arreglar cualquier problema sin tener que pisar la oficina.
Por último, y no menos importante, ya hemos hablado otras veces también de que la tecnología cloud es 100% escalable? Entonces, si el ritmo baja y las necesidades tecnológicas también, ¿por qué no pagar según los consumos que hagamos? Todo lo que podamos ahorrar, pues mejor que mejor.