Lucía Mundina, abogada de formación, está al frente de Occentus Network, una empresa tecnológica de capital privado con presencia internacional, fundada en 2007, que ofrece soluciones, servicios y productos en sectores como la ciberseguridad, el comercio electrónico, medios de comunicación, industria, telecomunicaciones y Administraciones Públicas.
La posición de liderazgo alcanzada por Occentus Network en los sectores que opera, se basan en un conocimiento profundo de la tecnología y la hiperespecialización en un nicho tradicionalmente ajeno a las mujeres en el que han conseguido diferenciarse.
El modelo operacional y los valores de la cultura empresarial de Occentus Network están orientados a asegurar que cada cliente reciba una atención personalizada y profesional, poniendo en foco en la transformación y excelencia tecnológica.
A través de soluciones tecnológicamente avanzadas, proporcionan sistemas integrados, productos y servicios especializados que cubren todo el ciclo de vida; desde servicios de consultoría e ingeniería, a la integración de sistemas llave en mano, así como su explotación y soporte 24/7, quebrando las barreras y limitaciones que los recursos técnicos y humanos puedan suponer al éxito de los proyectos de sus clientes.
¿Ha notado la desigualdad en su trayectoria profesional? ¿Cómo le ha hecho frente?
Empecé a trabajar en Occentus con sólo 25 años. En las empresas de telecomunicaciones apenas hay presencia femenina, en nuestro centro de datos durante muchos años era la única mujer que accedía y eso ha empezado a cambiar poco a poco. Si bien es cierto que en esos primeros años me llegué a enfrentar a algún comentario fuera de lugar, al que le hice frente obviándolo y con decisión, con el paso del tiempo se ha ido normalizando la presencia de mujeres en nuestro sector.
¿Cómo ha llegado a ser una mujer empoderada?
Dando el cien por cien de mi misma y no teniendo miedo a pedir ayuda cuando es necesario. Hoy en día sigue siendo muy complicado estar en un puesto de dirección y a la vez ser madre. En esto, como en todo, no hay muchas mas recetas que persistir con tenacidad, sacrificio y valentía.
El liderazgo femenino ¿qué aporta a su empresa?
En una empresa donde la mayoría del personal son informáticos y donde menos del 20% somos mujeres, aportamos una visión diferente, diálogo, orden y empatía.
Cómo responsable de su empresa, ¿cómo fomenta la igualdad?
Estamos completamente comprometidos con la igualdad de oportunidades. Pese a no estar obligados, decidimos implantar un Plan de Igualdad que traduzca en algo más que intenciones nuestra visión. Con ello hemos conseguido establecer un marco flexible y justo que ha facilitado que nuestros trabajadores puedan conciliar su vida familiar con el trabajo. También conseguimos establecer una política salarial totalmente transparente, donde todos conocen y son partícipes de ella.
¿Qué aporta la presencia femenina a su sector?
Creo que las mujeres somos más resolutivas, productivas y que podemos ayudar a mejorar el proceso de innovación. En nuestra empresa nos encontramos con que apenas recibimos currículos de mujeres, sólo el 3% de las jóvenes escogen realizar estudios superiores de tecnologías de la información. Aunque en el sector tecnológico ya comienza a ser más habitual la presencia femenina en puestos de alta dirección, no es así en puestos intermedios o técnicos. Este es un problema que deberíamos atajar desde las propias familias y los colegios, fomentando que las niñas se interesen por la tecnología y quieran ser ingenieras. En un mundo que está en constante cambio y donde la pandemia ha precipitado el salto tecnológico, deberíamos romper con los estereotipos que aún perduran y que las universidades se llenen de más mujeres apasionadas por la tecnología, que desde los colegios se establezca la programación como una asignatura curricular más, mediante la que se fomente el desarrollo lógico y matemático, la creatividad y el trabajo en equipo.
¿Qué puede aportar el liderazgo femenino a la salida de la actual crisis?
Apenas un 10% de los países cuentan con un jefe de Estado mujer, suelen ser países desarrollados y tecnológicamente avanzados. Analizando su gestión de la pandemia vemos que han reaccionado de forma rápida y efectiva, con empatía y generando confianza en la ciudadanía.