Tras repasar los usos que se pueden obtener del Big Data en sectores de la economía como el logístico y el educativo, vamos a analizar a continuación cómo la Administración pública puede mejorar su competitividad un 20% gracias a la explotación y análisis de los datos que genera. El sector público además puede ganar en transparencia y evitar fraudes en la gestión si establece protocolos de uso ante los que se pueden generar alertas si, en algún momento, el proceso definido se vulnera.
El sector energético también es uno de los que más puede explotar el análisis de sus datos de negocio. ¿Ejemplo? Puede identificar la mayor o menor demanda de energía para fechas concretos y adecuar su gestión en función de ésta para evitar cortes por exceso de demanda o establecer usos por horarios para mejorar el ahorro energético y permitir el gasto de forma distribuida para conseguir un consumo más sostenible y ecológico.
Otro sector que sorprende por los usos que se puede hacer con el Big Data es el de la industria musical. A través del análisis combinado de los datos de canciones, ventas, melodías y audiencia se puede crear productos musicales en función de los gustos musicales del público para asegurar más ventas y mejores datos de afluencia a conciertos.
Por último, el sector sanitario es otro de los grandes beneficiados de la era del Big Data. Los pacientes podrán tener por parte de los profesionales sanitarios tratamientos personalizados basados en los datos acumulados en su historial médico. Además podrán beneficiarse del uso de apps de salud para el seguimiento en tiempo real de sus constantes como temperatura, tensión arterial, movimiento… Toda esta información, después de procesarse en centros cloud permitirá crear modelos predictivos sobre la salud del paciente mejorando así la detección precoz de enfermedades y estrategias más efectivas para combatirlas.