Un aspecto importante a la hora de escoger un modelo cloud (nube) es conocer cada una y sus características principales para elegir la más adecuada.
Lo que se llamaba virtualización, ahora cloud computing (computación en la nube), ha ido evolucionando hasta El directivo de Stackscale ha afirmado es que provocar que el modelo tradicional de servicios TI (Tecnología de la Información) cambie de forma radical. La implantación de soluciones en la nube en empresas ha crecido a un ritmo impresionante durante las últimas décadas.
En cada caso han tenido que elegir entre los modelos de despliegue de cloud: privado, público, híbrido y multicloud, en función de sus características. Y es que el modelo escogido por cada empresa ha dependido de las necesidades del negocio.
Además, al momento de implantar un modelo cloud hay que tener en cuenta aspectos como el rendimiento, la regulación del sector, los costes y la política de seguridad.
Por ejemplo, el de modelo cloud privado es un despliegue de cloud computing donde el entorno y los recursos de computación son de uso exclusivo del cliente.
“Disponer de un centro de datos virtualizado aporta muchas ventajas a las organizaciones. Un entorno de cloud privado les permite olvidarse de la gestión de los servidores bare-metal y agilizar los procesos de provisión y despliegue, así como cierto nivel de elasticidad”.
El modelo de cloud privado se puede comparar al hecho de disponer de un centro de datos propio en una empresa, con infraestructura y servidores dedicados propios, pero el uso de la virtualización permite dimensionar los servicios en la nube en base a la demanda.
También ofrecería mayor seguridad y control al cliente, ya que no tiene que compartir sus recursos con otros customers (clientes).
“Así, al ser un entorno de uso exclusivo, se eliminan al mismo tiempo los vecinos ruidosos que pueden afectar al rendimiento de la plataforma en otros tipos de cloud”.
Entonces, el cliente puede conocer la ubicación de sus servidores al optar por la nube privada, tanto geográfica como físicamente en el centro de datos, entre otras ventajas.
Originalmente las nubes privadas solían estar alojadas en un centro de datos on-premise (en las instalaciones de las empresas), pero se ha experimentado que alojarlo en un centro de datos especializado aporta mucho más valor y ventajas a las compañías, por lo que cada vez es menos habitual la opción on-premise.
De esta manera se podría evitar la fuerte inversión inicial en adquisición de equipamiento (CAPEX) y reducir los costes de su gestión (OPEX), sin renunciar a disponer de recursos de computación dedicados.
La nube pública e híbrida
La nube pública o cloud público es un modelo de despliegue de cloud computing donde un proveedor de servicios en la nube ofrece recursos a través de Internet en un modelo de pago por uso.
Estos entornos son conocidos por ser extremadamente flexibles y escalables pero, al funcionar sobre una infraestructura compartida con más clientes, tienen ciertas desventajas respecto a las soluciones de cloud dedicadas.
“Al compartir infraestructura con más empresas, el rendimiento se puede ver afectado por las actividades de vecinos ruidosos (a causa de la sobresuscripción de recursos habitual en las nubes públicas)”.
Este modelo suele suponer un importante ahorro de costes en fases de proyecto iniciales, pero a medida que evoluciona la plataforma esta ventaja económica tiende a desaparecer.
Este modelo puede ser bueno para proyectos pequeños o empresas que acaban de empezar, ya que permite un despliegue muy rápido, sin embargo, los costos corren el riesgo de dispararse a medida que la empresa y el proyecto crecen.
Entre tanto, en el cloud híbrido se combinan recursos dedicados y públicos. Lo privado se suele usar para los datos y aplicaciones de misión crítica y así garantizar un alto rendimiento, disponibilidad, seguridad y control, y lo público para asumir picos de demanda puntuales.
La opción híbrida combina las ventajas de los cloud anteriores, proporcionando flexibilidad adicional a las empresas.
“La clave de un buen entorno híbrido es garantizar una buena interoperabilidad entre los dos tipos, para que la gestión sea ágil y eficiente”.
También es importante controlar algunos aspectos que pueden ser críticos en un entorno de híbrido: seguridad, hipervisor, visión de la plataforma y servicio.
Estos entornos pueden ayudar a optimizar costos a las empresas, ya que permiten colocar las diferentes aplicaciones y cargas de trabajo en los entornos cloud más adecuados para cada una.
“La nube híbrida es una opción útil para empresas que requieren una infraestructura basada en el cloud privado, para un mayor control de la misma tanto a nivel de costes como de recursos, pero que puntualmente necesitan desbordar servicios en plataformas de cloud público”.
El entorno multicloud
El entorno multicloud combina servicios en la nube de varios proveedores (privados y/o públicos) y permite combinar los beneficios de diferentes tipos de cloud con las ventajas específicas de diversos proveedores.
“Al tratarse de una solución cloud compleja, exige un gran nivel de gestión y seguridad que no todas las empresas pueden asumir. Pero seguro que con el tiempo irá ganando fuerza, especialmente en proyectos de gran tamaño y complejidad que requieran soluciones más complejas”.
Entonces, cada modelo ofrece características y ventajas diferentes, por lo que la mejor opción dependerá de las necesidades de cada empresa y los recursos que requiera la organización.